Los vecinos hablan de Cerro Leones como su pequeño paraíso. Muchos de los que están desde que el barrio se comenzó a construir mencionan el sacrificio y esfuerzo que requirió. Todo con el propósito de tener un fragmento personal de paz y tranquilidad.

​

"Con el ruido que hace es imposible mirar una película o siquiera dormir. En la tranquilidad de este lugar, que es una zona de cabañas, quintas y descanso, el ruido de cualquier motor se nota mucho y si encima son varias horas continuas peor".

 

Esta es la situación que vive Lorena Bartero y el resto de los vecinos del barrio Cerro Leones, en Tandil. El ruido del que se quejan es el producido por una pista de motocross ubicada a menos de 200 metros del barrio. Todos los fines de semana y feriados, alrededor de 15 motociclistas se reúnen en la pista desde el mediodía hasta la tarde, generando un ruido que los vecinos describen como "infernal". 

​

Cuando el ruido de las motos no llena las calles del barrio, lo hace el ruido del viento moviendo las hojas, un partido de fútbol entre chicos o una buena charla con mates en el patio de casa.  De los miembros del barrio, los mas vulnerables son los abuelos y abuelas del asilo "Los Churrinches", que se encuentran a pocos metros de la pista, con una vista privilegiada de como mas de 20 motos recorren el circuito, principalmente los fines de semana y feriados, días que solían significar descanso y relajación para todo el vecindario. Las motos no andan en la pista, corren carreras en ellas. Hacen saltos tales que se pueden ver las motos volar desde casi cualquier punto.

 

Pero el ruido no es de lo único que se quejan los vecinos del barrio. Para entrar a la pista, los motociclistas tienen que pasar por las calles. Cuando lo hacen, comentan los vecinos, es a muy alta velocidad y sin precaución. Carlos Díaz, otro de los vecinos, explica porque no solo denuncian los ruidos molestos, sino también la falta de seguridad que la pista genera.

​

“La mayoría de las motos que corren por la pista ni siquiera tienen patente, así que claramente tampoco tienen seguro. ¿Cómo vas a correr en una pista de motocross sin seguro? Si te pasa algo a vos o peor a otra persona ¿Qué haces? Yo grabe un video de una de esas motos saliendo de la pista con todo. Se la dio contra una piedra, la moto salió rodando y casi cae a la autopista. Imaginate el despelote que se hubiera armado".

​

Diaz se vio personalmente afectado por la manera en la que recorren el barrio las motos. Aunque la peor experiencia que el tuvo en persona fue un susto saliendo de su casa con una caja de herramientas en mano, que salio volando cuando dos motos pasaron a toda velocidad por la calle cuando el estaba intentando cruzar, sus mascotas no tuvieron tanta suerte. 

​

“Primero me mataron un gato, pero en ese momento no lo asocie con los que estaban en la pista. Pero después un tipo en moto yendo para la pista me mato un perro, un perro que quería muchísimo. En otra instancia salía de mi casa con una caja de herramientas y pasaron 3 motos a toda velocidad, casi me pasan por arriba”, explica Díaz.

 

La pista en cuestión está a nombre de "MX Lions Hill". Ariel Guida, el representante principal del grupo, afirma que se trata de "un grupo de miembros que entrena un deporte y para eso se alquila una propiedad privada", remarcando que es sin fines de lucro.

 

Desde el 25 de Agosto de 2017, fecha en la que se instaló oficialmente la pista, los vecinos intentaron que la Municipalidad de Tandil hiciera algo al respecto. 

 

La denunciante Bartero comenta que "hace unos meses cuando todo esto comenzó, el director de Inspección general me dio aviso que la pista no podía utilizarse hasta no tener habilitación y que si volvían a utilizarla venían con la policía y clausuraban el lugar, cosa que jamás pasó, al próximo llamado que les hice cambiaron todo lo que me habían dicho.

 

Al ver que no tenían apoyo desde el área de Inspección General, los vecinos se pusieron en contacto con la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, quienes emitieron una solicitud de intervención, pero no hubo respuesta alguna. 

 

Exhaustos con la falta de intervención por parte de Inspección General o la Municipalidad de Tandil, los vecinos redactaron una denuncia formal, en la que enumeraron sus problemas con la pista y las soluciones que necesitaban. 

 

Esta denuncia sí consiguió que Inspección General hiciera algo al respecto, ya que dos semanas después de la misma emitieron la primera infracción a la pista, debido a que no tenían habilitación alguna. 

 

Una semana después de esta infracción, Inspección General citó al dueño del terreno que MX Lions Hill alquila para la pista y se le informó a Jorge Armando Calamante que si la actividad continuaba sin la habilitación requerida, se clausuraría. 

 

Los inspectores visitaron la pista cuatro días después, y al ver que seguían corriendo motos, se volvió a infraccionar. 

 

El 4 de Julio del 2018, al no haber obtenido habilitación alguna luego de reiterados avisos, Inspección General clausura oficialmente la pista de motocross MX Lions Hill.

 

La historia no termina ahí para los vecinos de Cerro Leones, ya que hasta el día de hoy, cada fin de semana y feriado docenas de motos pasan por el barrio a toda velocidad y a todo volumen en dirección a la pista de motocross, como si no hubiera pasado nada. 

 

Los vecinos continuaron llamando a Inspección General, pero ahora la historia que contaban era otra. Javier Camgros, Director General de Inspección y Habilitaciones, en una entrevista con El Eco de Tandil, dijo que "no es una pista porque no se corren carreras, es un trazado que han hecho dentro de un campo" y que no pueden hacer nada porque "es como jugar al fútbol en una casa quinta. El problema en este caso es que genera ruido". 

 

Esta es actualmente la situación en la que se encuentran Lorena, Carlos y los vecinos del barrio Cerro Leones. Abandonados por las instituciones que deberían estar diseñadas para protegerlos, en un acto de negligencia y/o cooperación intencional e ilegal con los miembros de la pista de motocross MX Lions Hill, quienes no solo hacen imposible la convivencia en el barrio debido al ruido que producen, sino que ponen en peligro a todos los vecinos y a ellos mismos al correr en una pista sin habilitación alguna y transitar las calles del vecindario a la velocidad que lo hacen y con total descuido.