Lorena Bartero es una de las vecinas del barrio Cerro Leones en Tandil. De los que viven en el barrio, ella es una de las personas más perjudicadas por el ruido e inseguridad que genera la pista de motocross MX Lions Hill, debido a que su casa es una de las más cercanas al predio.

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"Con el ruido que hace se hace imposible mirar una película o siquiera dormir. En la tranquilidad de este lugar, que es una zona de cabañas, quintas y descanso, el ruido de cualquier motor se nota mucho y si encima son varias horas continuas peor". 

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Bartero es una de las principales denunciantes de la situación que viven los vecinos del barrio, constantemente poniéndose en contacto con los medios locales de Tandil para que reporten la historia y reclamándole a las entidades públicas de la localidad que hagan algo al respecto. Pero en sus intentos de resolver el problema, rápidamente se encontró con dificultades.

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"Hace unos meses cuando todo esto comenzó, el director de Inspección general me dio aviso que la pista no podía utilizarse hasta no tener habilitación y que si volvían a utilizarla venían con la policía y clausuraban el lugar, cosa que jamás pasó, al próximo llamado que les hice cambiaron todo lo que me habían dicho", asegura.

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El Director General de Inspección y Habilitaciones, Javier Camgros, actualmente dice que su secretaria no es capaz de hacer algo al respecto, debido a que el predio actúa como una propiedad privada y que el único posible problema a resolver seria si el ruido que genera califica como contaminación ambiental o simplemente molesto. 

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"Hace poco llamé al municipio y me dijeron que mandaban a un inspector a hacer la medición acústica, este se comunicó conmigo para pedirme la dirección de mi casa, lo esperé dos o tres veces y nunca vino", explica Bartero. 

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Al ver que no tenían apoyo por parte de Inspección General o la Municipalidad de Tandil, Bartero y el resto de los vecinos se pusieron en contacto con Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires. 

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"Defensoría le pidió al municipio una respuesta ante el conflicto, este nunca respondió, así que la defensoría del pueblo archivó el expediente, me dio toda la documentación y me dijo que me acerque a la defensoría municipal a ver qué pueden hacer ellos", explica Bartero.

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Hasta la fecha de esta nota, los vecinos no lograron ninguna respuesta satisfactoria por parte de Inspección General o la Municipalidad de Tandil. Pero aun si se hiciera la medición acústica, Lorena no está muy segura de que de resultados.

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"Los de la pista están más que seguros que la medición va a dar a favor de ellos, yo lo que puedo asegurar es que todo mi embarazo y este primer año que tuve un bebé recién nacido, momentos en los que realmente necesitaba descanso y tranquilidad, tuve que aguantar el ruido de las motos dentro de mi casa", aclara Bartero.

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El problema no es simplemente que hay una pista en la cercanía del barrio, como explica Lorena, la manera en la cual la pista se instaló también fue problemática.

 

"El municipio cedió un predio para una pista de motocross acá mismo en el barrio, donde ya se hicieron las mediciones correspondientes y los vecinos estuvieron de acuerdo en que se aprobara, está a 1,5 km aproximadamente de esta pista en cuestión.", explica Bartero

Para cerrar, Bartero quiso dejar en claro cuáles son los motivos detrás de sus quejas y las del resto de los vecinos.

 

"Me indigna realmente no poder disfrutar de mi casa, me indigna que el derecho de ellos a andar en moto sea mayor al derecho nuestro de ser respetados. Nuestro pedido es noble, pedimos protección por el medio ambiente, un freno a la contaminación sonora, un párate a que cualquiera pueda hacer lo que quiera en donde quiera sin importarles la salud y el bienestar de los demás".